lunes, 4 de marzo de 2013

Guardaespaldas: el oficio más peligroso de Honduras


Guardaespaldas: el oficio más peligroso de Honduras

LA TRIBUNA. PortadaPortada Nacionales  4 marzo, 2013 - 12:10 AM
La inseguridad ha provocado que la mayor parte de los trabajos que se realizan en el país tengan cierto grado de riesgo de muerte, pero sin lugar a dudas el que mayor peligro representa lo tienen aquellos que integran las denominadas Fuerza Especiales, miembros del Ejército Nacional que trabajan como guardaespaldas de los dignatarios o bien sea de particulares que han pedido protección al Estado porque su vida corre peligro.
Los entrenamientos de los protectores son exhaustivos, para lograr los resultados esperados en pro de los dignatarios.
A través de los años se ha logrado observar que en atentados ejecutados a “blancos” específicos, casi siempre resultan muertos los escoltas y, en la mayor parte de los casos, a estos decesos no se les toma la importancia debida, porque la persona a la que protegían era de alta jerarquía o de un alto estatus en la sociedad.
El hecho de ser guardaespaldas no es un trabajo sencillo ni seguro, ya que desde el momento que una persona decide dedicarse a la protección de dignatarios, pudiera tener los días contados.
Y así con un corto, pero significativo juramento cierran el pacto con el que prácticamente entregan su vida a un funcionario o particular: “juro lealtad y si es necesario dar mi vida por mi protegido”, frase que para muchos representa un servicio único en el mundo.
No existen estadísticas en el país que reflejen cuántos escoltas perecen en el cumplimiento de su deber, pero expertos en la materia establecen que el número oscila entre 10 y 12 al año.
No todas estas personas dedicadas al servicio de los demás están al cuidado de dignatarios. Para el caso, el 25 de agosto de 2011 un ferretero y su guardaespaldas fueron tiroteados por un desconocido; entre tanto el 28 de agosto de 2012 un dueño de autolote y su escolta fueron acribillados en Tegucigalpa.
Así como esas, muchas muertes se producen en el país, sin embargo, los casos son más sonados cuando se trata de atentados contra conocidos políticos, funcionarios o personas de alto nivel económico.
Para el caso, en noviembre de 2009 se registró la muerte de dos guardaespaldas de un conocido político del Partido Liberal, mientras tanto a finales de octubre de 2012 otro escolta pereció al intentar repeler el ataque contra su protegido, el alcalde de Jutiapa, Atlántida, quien fue víctima de un atentado.
El Ejército prepara a los protectores de los dignatarios en el Primer Batallón de Fuerzas Especiales, ubicado en La Venta, Francisco Morazán. También lo hace la Policía a través del Comando de Operaciones Especiales (Cobras) en su plantel en la colonia 21 de Octubre.
Mientras que exjefes policiales y del Ejército han creado sus propias empresas de seguridad personal y, según fuentes consultadas, no se conoce el número exacto de personas que se dedican a este trabajo.
EL TRABAJO MÁS PELIGROSO
Los guardaespaldas tienen instrucciones de nacionales y de expertos de Estados Unidos e Israel.
“Está estipulada la lealtad, y desde el momento que él toma la determinación de entrenarse como protección de dignatario, él sabe el riesgo que está tomando”, dijo a LA TRIBUNA el teniente instructor de las Fuerzas Especiales, Ángel Padilla.
Al consultarle ¿es para ustedes el trabajo más peligroso de Honduras?, Padilla refirió: “sí lo es, y lo primero que se le hace hincapié al miembro del Ejército, para qué está entrenado, allí no tiene que ver la afinidad, sea como sea el trato con el dignatario, su misión es protegerlo”.
Continuó que ese oficio “es uno de los más peligrosos, uno anda arriesgando su vida y desde el momento que uno toma la determinación de estar en esto es que va a arriesgar la vida por la persona que le asignan”.
Cabe destacar que los riesgos varían dependiendo de la persona que esté siendo custodiada, es decir, la jerarquía que tenga el dignatario, qué cargo ostenta, y si es un particular se define de acuerdo con las razones por las que pidió el resguardo, pero en la mayor parte de los casos se debe a atentados o amenazas.
“Según sea el dignatario, es mayor el riesgo, porque no es lo mismo andar con el ministro de Seguridad o de Defensa porque se corre más riesgo que con el ministro de otra área”.
ADIESTRAMIENTOS
La especialización de los guardaespaldas es de primera, puesto que son adiestrados por expertos de Estados Unidos e Israel, lo que ha provocado que Honduras esté al nivel de los demás países de la región en cuanto a la protección de dignatarios.
“Hay adiestramiento con norteamericano e israelitas, las técnicas día con día van especializándose porque la delincuencia también se instruye más y no duermen y nosotros tenemos que buscar estrategia para buscar como burlarlos. Recibimos entrenamientos parcialmente con los norteamericanos e israelitas, ya sea dos o tres veces al año y al mismo tiempo nosotros somos efecto multiplicador”.
Para formarse con un protector de dignatarios, se requiere que la persona tenga por lo menos dos años en el Ejército y sea de conocida habilidad con las armas, asimismo pasar los exámenes físicos y psicológicos que les practican las autoridades respectivas.
“Debe ser un militar capaz, que esté apto física y mentalmente, debe saber dominar las situaciones que se le presentan, se necesita una persona con experiencia que sepa de armas, tiene que saber cómo usarlas, pero no solo se trata de saber disparar sino apuntar y dar en el blanco”, explicó el teniente.
El adiestramiento dura cinco semanas y se practica durante las 24 horas.
Anualmente, son impartidos cuatro cursos a entre 50 y 60 soldados que pretenden ser guardaespaldas, pero son aprobados alrededor de 70 aproximadamente.
Se conoció que algunos, además de proteger a los dignatarios, también están especializados en operaciones urbanas, lucha contra el narcotráfico y antiterrorismo.

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